Entrevista a Laia Abril
“La historia es la psicóloga de nuestra sociedad”
La fotògrafa, periodista i artista, Laia Abril, va donar una conferència emmarcada dins dels col·loquis de la SCHCT del curs 2020/2021: “A History of Misogyny”: recerca, fotografia i exhibició pública” dins del cicle de conferències “Objectes perduts: explicar i exposar ciència a museus i altres llocs públics”. La Laia utilitza la càmera per explicar històries íntimes que desvetllen realitats amagades sobre sexualitat, trastorns alimentaris i desigualtats de gènere. En aquesta entrevista, s’aprofundeix sobre els seus inicis, la seva carrera i quina és la seva experiència a l’hora de treballar amb temes tan controvertits com la sexualitat, la violació i l’avortament.
¿Por qué decides estudiar periodismo? Yo iba a hacer telecomunicaciones (ríe). Me gustaban mucho las matemáticas y, de hecho, tengo una mente bastante “científica”. Pero, de golpe, me encontré con la física y abandoné la idea. A partir de ahí, cada semana quería ser algo diferente: psiquiatra, geóloga, guía turística o investigadora privada. Incluso me obsesioné con ser directora de eventos deportivos internacionales. Al final me acabé metiendo en publicidad y descubrí que obviamente no tenía nada que ver y que tampoco era para mi. Por eso me cambié de publicidad a periodismo. También un poco influenciada por una fotógrafa, Sandra Balcells, que fue mi profesora de fotografía en la universidad y me introdujo en este mundo.
Después de estudiar periodismo en Barcelona, te trasladas a Nueva York para estudiar fotografía en el Centro Internacional de Fotografía. ¿Por qué decides cambiar de rumbo otra vez? Durante la carrera, yo ya sabía que no iba a ser periodista. Después de llevar la prensa de World press photo, en el CCCB, me fui a Nueva York, la ciudad cuna de la imagen, del arte y la creatividad. Empecé a estudiar en el Centro Internacional de Fotografía (ICP) pero no hice el máster. De hecho, esto está erróneo en la Wikipedia y no lo consigo quitar (rie). Tenía intención de hacerlo, pero justo en ese momento solicité la residencia de Fábrica, de la fundación Benetton, y es allí donde empecé a trabajar en la revista Colors en Italia. Trabajé allí durante 5 años. Fue mi máster.
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